Elegir los muebles de la cocina no es tarea fácil. Para encontrar el más idóneo hay que tener en cuenta aspectos tan diferentes como formatos, distribución interior, materiales y su comportamiento ante las duras condiciones que se dan en la estancia, además de la estética y el estilo. ¿Preparados para descubrir las mejores opciones?
La forma y tamaño de la cocina será uno de los condicionantes a considerar, así como la existencia de irregularidades que necesiten ser resueltas. Afortunadamente, hoy en día las firmas especializadas ofrecen toda clase de propuestas para ajustarse a las características de cada cocina casi con la precisión de las piezas hechas a medida.
La planta y su distribución
Un equipamiento tiene que ser eficaz, cómodo, seguro y garantizar la libertad de movimientos del usuario para que este pueda desenvolverse en las mejores condiciones. Para conseguirlo no hay una fórmula que funcione para cualquier caso, sino que cada proyecto necesita su propia disposición para ubicar todos los elementos imprescindibles y de forma que sigan la secuencia de trabajo de sus futuros usuarios.
La mayoría de las veces, lo más recomendable es distribuir el mobiliario de forma que obtengamos un triángulo de trabajo con las áreas operativas situadas en frentes distintos (zona de aguas, centro de cocción y almacenamiento).
Si se trata de una estancia muy alargada, conviene disponer los elementos en forma lineal para no entorpecer la circulación por la misma. Si esta es lo bastante ancha, se pueden habilitar dos frentes paralelos y dejar uno de los extremos para idear el office que, además, acortará la sensación de tubo. En las plantas cuadradas el mobiliario puede repartirse a lo largo de dos paredes contiguas y obtener una distribución en forma de “L”. Si el espacio lo permite, las áreas operativas y elementos de almacenaje se repartirán en tres frentes creando un equipamiento eficaz en “U”. El problema al que nos enfrentamos con un mobiliario que encadena tres frentes consecutivos, es que se necesitan mecanismos interiores articulados, giratorios o extraíbles para acceder con facilidad al fondo del módulo esquinero.
Islas y penínsulas
Tanto las penínsulas como las islas de trabajo son elementos propios de las estancias más desahogadas. Ambas presentan muchas ventajas –proporcionan una buena capacidad de almacenamiento, pueden alojar electrodomésticos, zona de agua y office, además de proporcionar una práctica superficie de trabajo extra. Estos elementos pueden ayudar también a distribuir y a zonificar el espacio. Antes de tomar la decisión hay que tener en cuenta que las islas y penínsulas pequeñas son poco prácticas y antiestéticas y que entre este elemento y el resto de frentes de mobiliario o paredes hay que respetar una zona de paso de 100 cm, como mínimo para garantizar la libre circulación por la estancia y poder abrir con holgura puertas y cajones.
Por último, si nos hallamos ante una cocina de planta bastante irregular y ninguno de los muebles estándar se adapta a las necesidades específicas del espacio lo mejor es realizar un mobiliario a medida para evitar que queden rincones mal aprovechados.
Todo en uno
Una de las transformaciones más importantes que ha desarrollado la cocina en el mundo de la decoración y el interiorismo es su incorporación al salón y al comedor, formando un único ambiente tipo loft que resulta más acogedor, accesible y luminoso. Este replanteamiento del espacio supone un nuevo concepto que va más allá de la cocina-office. Es decir, que se convierte en una sala multiuso donde además de trabajar y comer, se convive. Una de las formas más utilizadas para obtener este equipamiento es la de incorporar una península que delimita parcialmente la zona operativa del resto de los elementos de la estancia y se transforma también en barra para comidas y desayunos.
Colocar cada módulo a la altura adecuada, respetar las distancias mínimas entre electrodomésticos y simplificar el sistema de apertura y cierre de puertas y cajones son aspectos básicos para que una cocina sea funcional y cómoda. Por otra parte, la nueva estética otorga al mobiliario mayor dinamismo y los muebles tienden a perder su rigidez para potenciar la sensación de ligereza en sus diferentes composiciones.
Espacio de comidas
Contar con una zona de comidas en la propia cocina nos permite ahorrar tiempo y desplazamientos. Pero, además, convierte a esta estancia en un atractivo lugar de reunión donde pueden desarrollarse otras tareas con familiares y amigos. Conscientes de ello, las firmas de mobiliario aportan toda clase de propuestas para que cualquier cocina pueda disfrutar de un comedor a su medida. En estancias pequeñas o en los casos donde no interesa destinar una gran área a esta función, existe la posibilidad de acondicionar un office sin perder mucho espacio. Una buena solución consiste en convertir la misma encimera de trabajo en una barra tipo bar o dar continuidad a la misma con una estructura fijada al mueble que se convierte en una cómoda mesa para comer. Pero cuando nos encontramos ante plantas más desahogadas, es posible montar un comedor con entidad propia e, incluso, con muebles de acabados, colores y estilos diferenciados, siempre que combine con los de la cocina y el salón y consigan formar una composición atractiva.
¡No te olvides!
1 – Cada cocina es distinta y requiere un diseño propio que garantice su funcionalidad, ergonomía y comodidad de uso.
2 – Los armarios suspendidos pueden adaptar sistemas hidráulicos para poder subir y bajar hasta acercar su contenido al usuario de una forma ergonómica. Además, se convierten en un buen recurso si queremos aprovechar la altura total del armario alto.
3 – Una estancia equipada con demasiados elementos puede resultar pesada y agobiante.
4 – La planificación adecuada de los muebles acompañada de accesorios que economicen el espacio multiplicará la capacidad de almacenaje de una cocina.
5 – Las composiciones que juegan con bloques independientes y separados entre ellos potencian la sensación de dinamismo en el ambiente.
6 – La eficacia de un equipamiento puede incrementarse si disponemos de los elementos necesarios para que cada artículo tenga su propio espacio dentro de un área bien definida.
7. Las esquinas requieren soluciones especiales que permitan acceder con comodidad hasta el fondo del armario.
Buenas ideas
* Los botelleros de pared ofrecen la posibilidad de disponer de una pequeña bodega sin ocupar apenas espacio. Además, resultan muy decorativos.
* Los carritos auxiliares se convierten en una buena opción para multiplicar las funciones de cualquier cocina y otorgarle un aire más informal.
* Los antepechos pueden completarse con prácticas barras que recogen los útiles de trabajo o mecanismos especialmente diseñados para ofrecer un elemento de almacenamiento extra
* En el mercado encontraremos muebles auxiliares independientes que encajan en todos los estilos decorativos y pueden convertirse en la solución a los problemas de almacenaje.
* Los estantes siempre resultan prácticos para completar el equipamiento de una zona determinada y ofrecen la oportunidad al usuario de dar un toque personal a la decoración.
Problemas resueltos
Irregularidades arquitectónicas o tipos de planta que presentan muchos problemas a la hora de encajar el mobiliario y proyectar una estancia práctica, bonita y eficaz. En estancias muy estrechas en lugar de instalar mobiliario suspendido se pueden colocar diversas baldas independientes –una debajo de otra o formando una composición más libre– que ofrecerán nuevas unidades destinadas al almacenaje. Por otra parte, los entrantes de la pared suelen ser espacios que dejan un hueco bastante pequeño entre dos muros. Para aprovecharlos, podemos hacer un mueble a medida o encajar una estantería abierta que crea dinamismo visual. En ocasiones, bajo la escalera se obtiene un hueco con muchas posibilidades. Existen diversas formas de rentabilizarlos como realizar armarios, módulos extraíbles o idear un práctico botellero.
