Desde que en la primavera del 1991 se publicó el primer número de Cocinas y Baños, han pasado ya 33 años. Más de tres décadas llenas de evolución estética, desarrollo tecnológico y emoción durante los que la revista, ha sido un observador privilegiado
y un elemento muy activo del excitante proceso.
Como medio especializado en la decoración de la cocina y el baño más antigua –y, en estos momentos, única del mercado– hemos seguido atentamente los espectaculares cambios de concepto que han experimentado estos dos espacios, tanto a nivel estético como funcional.
Y es que la evolución ha sido tan drástica que partiendo de las racionales cocinas laboratorio de los ‘80 pasamos a la diversidad imaginativa del Made in Italy en plenos ’90, para llegar a la contrapropuesta del “todo a la vista” y la profusión de detalles con el minimalismo más desnudo. No cabe duda que la limpieza y simplicidad del minimalismo limó los excesos y despejó el terreno de operaciones, invitándonos a reducir el equipamiento de cocina a su versión más sintética. Después, una súbita pasión por los lofts neoyorquinos nos llevó a derribar paredes y a abrir la cocina al comedor y el salón, para integrarla en una macroestancia que se convertiría en el centro operativo de la vivienda. Y, aunque esto fue hace más de una década, aquí seguimos a pesar de los vaivenes de la moda: apostando por la esencia y por la descompartimentación de las estancias sociales de la casa.
Los baños también sufrieron su propia metamorfosis y adaptaron sus sanitarios, muebles y accesorios a un concepto nuevo de bienestar y autocuidado, en el que facilitar la higiene personal era sólo una pequeña parte de su cometido. Y, tal como sucedería en la cocina, el diseño frío y eficaz de los ‘80 dio paso a los ambientes más naturales. En esta estancia húmeda irrumpió la madera, la piedra y los textiles naturales, para pasar, por último, a transformarse en auténticos balnearios privados, en los que saunas, cabinas de vapor y bañeras de hidromasaje ayudarían a crear un entorno único que destina serenidad y equilibrio.
Después de todos estos años de aportaciones y diferentes opciones, queremos conservar lo mejor de cada época y la satisfacción de haber sido testigos de un pequeño milagro: ver cómo las dos estancias más sufridas del hogar se vestían de gala para convertirse en las auténticas protagonistas de la casa.
También nos quedamos con el agradecimiento y el cariño hacia todos los que han hecho posible –de una forma u otra– el nacimiento y pervivencia de esta revista. Colaboradores, profesionales del sector y equipo de Curt Ediciones: ¡Gracias de corazón por vuestro apoyo y fidelidad incondicional!
¡Por último, solo invitaros a que os descarguéis y disfrutéis de este número ESPECIAL 400! Ha sido una dura, y a la vez excitante, labor de hemeroteca para recopilar y sintetizar este largo camino editorial.
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