Un estilo profundamente enraizado con la tierra y los paisajes naturales. Piedra, madera y barro son algunos de los aliados indispensables de las actuales cocinas que beben de la tradición más rústica sin perder de vista las tendencias y necesidades actuales.
La estética y texturas de las cocinas de siempre reinterpretadas en diseños renovados y adaptados a las expectativas del siglo XXI es una propuesta tan atractiva como factible. De hecho, muchos diseñadores han optado por abrir el baúl de los recuerdos para recuperar las puertas enmarcadas, tiradores de cerámica o copetes ondulados y crear modelos que abren nuevos caminos a la experimentación estética y funcional.
Innovar siempre, rotundamente sí, pero las propuestas del pasado son siempre el punto de partida y referencia para seguir avanzando. En este reportaje encontrarás ambientes nostálgicos, naturales y frescos, que han perdido la pesadez del rústico tradicional para volar ligeros en formas y conceptos y encajar como un guante en los estilos de los nuevos usuarios.
REESCRIBIR LA HISTORIA
Las propuestas rústicas decimonónicas, oscuras y pesadas, ya no tienen cabida en los hogares actuales. La mayoría prefiere vivir en ambientes de corte minimalista, limpios y libres de elementos superfluos. En este contexto, el rústico solo puede volver ligero de equipaje y equipado con los últimos accesorios y tecnologías si quiere ser considerado como una opción atractiva para los que están a punto de elegir su nueva cocina.
Afortunadamente, los diseñadores son muy conscientes de estas preferencias y ponen al alcance de sus futuros usuarios colecciones que nos conectan con entornos más amables y naturales. El rústico trendy se convierte en la mejor opción si queremos disfrutar de una cocina agradable, cálida y cercana en la que, además, se puede disfrutar de todas las ventajas de los nuevos materiales y la última tecnología.
Calidez y funcionalidad
El gran auge del diseño vanguardista a menudo trae consigo una decoración algo fría y aséptica. Esta circunstancia ha provocado que muchos diseñadores y fabricantes de mobiliario busquen en el pasado una alternativa para poder aportar calidez a la vivienda.
El objetivo es volver a disfrutar encanto hogareño y familiar de las cocinas de antaño sin renunciar por ello a un estilo de vida moderno. Esto es, precisamente, lo que garantiza el estilo rústico trendy. El nuevo rústico apuesta por todo lo natural y cercano, pero con la calidad y la funcionalidad de las instalaciones de hoy en día.
Este retorno a lo esencial se realiza de una manera cómoda e inteligente para que lo antiguo no esté reñido con lo moderno. Este estilo ecléctico recupera la pasión por los materiales nobles y los combina con elementos modernos y propiamente urbanos. Así, por ejemplo, aunque la madera suele ser la protagonista en las decoraciones, no resulta extraño encontrar elementos o muebles auxiliares realizados en otros materiales. La clave consiste en alternar con gusto las variables de tradición e innovación y crear ambientes acordes con nuestras preferencias.
En este sentido, los pequeños detalles pueden convertirse en el elemento central que complete la decoración de una cocina para dotarla de un aire más rural. Pero también un mobiliario actual de líneas simples cederá el componente rústico a los acabados y unidades auxiliares. Un estilo clásico renovado además cobra distintas formas según su lugar de influencia: country, montaña, isleño … e, incluso, presentar un toque étnico u oriental.
7 propuestas para recordar
Los ambientes que combinan tradición y último diseño suelen recurrir a diferentes recursos como:
1. Utilizar la madera, piedra y fibras naturales o, como alternativa, nuevos materiales que reproduzcan su bello aspecto.
2. Crear colecciones cuyos elementos transmitan la sensación de solidez y permanencia, tal como sucedía con las antiguas cocinas rurales que pasaban de generación en generación.
3. Recurrir a los revestimientos de piedra vista, ladrillo viejo o encalados que resaltan la textura del soporte, sobre todo en viviendas localizadas en entornos rurales, porque transmiten sensación de autenticidad.
4. En el pavimento, las baldosas de barro cocido o madera de veta y textura marcada recuperan todo su protagonismo y potencian una aparente imperfección para recordar la belleza de lo artesanal. Sin embargo, las modernas baldosas porcelánicas imitan a estos dos materiales con una gran fidelidad y ofrecen mayor resistencia al desgaste diario y facilidad de mantenimiento.
5. Mantener a la vista las hierbas aromáticas secas, botes de cocina con conservas artesanas o parte de los utensilios de trabajo crea la impresión de una cocina muy vivida.
6. Las vitrinas, los muebles abiertos y los estantes ayudan a aligerar la solidez de los diseños más contundentes.
7. Las cestas y cajas de madera aparecen con asiduidad en las cocinas de este estilo para guardar alimentos frescos, como la fruta y la verdura.
Respeto a los orígenes
Además de elegir un mobiliario, electrodomésticos y complementos acordes con este particular estilo, debemos respetar el espíritu original de la construcción.En casas centenarias sometidas a varias reformas, mejor destapar las vigas de madera para convertirlas en parte de la decoración. Repicar las paredes y resaltar los elementos arquitectónicos que confieren identidad al espacio constituye otra de las opciones para recuperar la autenticidad. También se logra recuperar la coherencia estética entre las dependencias del interior, el aspecto exterior y el entorno que rodea a la vivienda.
Materiales y colores
La madera es la gran protagonista, ya que aporta calidez visual, contribuye a mantener las condiciones térmicas de la estancia y es totalmente reciclable. Además, ennoblece con el paso del tiempo y resulta muy agradable. Tradicionalmente, el pino era la madera más utilizada pero en la versión trendy el roble, el nogal y algunas maderas exóticas son otras opciones posibles. Incluso, algunos fabricantes de mobiliario optan por recurrir a otros materiales no naturales capaces de reproducir su apariencia y textura con gran fidelidad. En cuanto a los colores, en la mayoría de la ocasiones giran en torno a la madera o a los tonos que recuerdan los paisajes naturales, como diferentes tonos tierra, verdes, ocres o la luminosidad de los blancos mates y suaves.
Como complemento, las vajillas de cerámica, cocottes y utensilios de madera pueden quedar a la vista de forma voluntaria para adquirir una función decorativa que ayude al conjunto a transmitir una imagen más familiar y cálida.
Buenas ideas
* Si las dimensiones de la estancia lo permiten, lo ideal es contar con una cocina en isla que favorezca el movimiento alrededor de la misma e incremente la sensación de confort.
* Los comedores suelen tener gran protagonismo en las cocinas de estilo rústico. Grandes mesas con sillas de diferentes estilos y diseños constituyen el equipamiento ideal para disfrutar de deliciosas comidas, ayudar a los más pequeños con los deberes o llevar a cabo algunas tareas de despacho.
* Las zonas de agua aparecen equipadas con fregaderos de cerámica seniencastrados o sintéticos que imitan a la piedra natural. Las griferías bimando con diseños tradicionales y acabados en mate o look cobre resultan perfectos para completar el conjunto.
*Ni que decir tiene que los electrodomésticos con frentes clásicos ganan por goleada. Si se desea un ambiente más neutro, mejor recurrir a las versiones integrables, que quedan ocultas tras el mobiliario.